Vides de tempranillo, graciano y garnacha, variedades autóctonas riojanas que se plantaron a principios de siglo XX y que hoy mantienen en diferentes parcelas de escaso rendimiento. Escogen las mejores uvas, las que expresan con delicadeza la esencia del lugar.
Es una añada con marcada influencia atlántica
Los racimos maduros se recolectan a mano y se trasladan en cajas hasta la bodega, donde fermentan por separado las distintas variedades, hasta la decisión del ensamblaje final.El vino permanece 18 meses en barrica de roble francés de grano extrafino y afina en depósito de hormigón. Gran capacidad de guarda