Fundada en 1917, El Progreso nunca ha parado de trabajar elaborando vinos y aceites de oliva de la máxima calidad.
En 1967 nuestra bodega se fusionó con otras dos Sociedades Cooperativas existentes en Villarrubia y, tras casi un siglo de labor incansable, muchas son las cosas que han cambiado, para mejor, hasta conseguir una de las industrias vinícolas más modernas y prósperas del país; pero hay algo que se mantiene a través de los años: la pasión por la tierra y sus frutos, por nuestra gente, y el trabajo bien hecho, herencia de nuestros ancestros.